El caso de Diego Fernández Lima, el adolescente desaparecido en 1984 y cuyos restos fueron encontrados 41 años después en una propiedad contigua a la casa donde vivió Gustavo Cerati, sigue generando conmoción. Mientras la Justicia avanza en la investigación, una actitud reciente del principal sospechoso encendió las alarmas entre los investigadores.
Según reveló el periodista Pampa Mónaco en el programa Mujeres Argentinas, el hombre señalado como posible responsable del asesinato —identificado como Cristian Graf, un excompañero de colegio de Diego— borró toda la información, datos y fotos de sus redes sociales. “Se ve venir el señalamiento público como posible responsable de la muerte de Diego Fernández”, afirmó el periodista.
Un crimen tapado durante cuatro décadas
Los restos de Diego fueron hallados en mayo de este año, durante trabajos de demolición en una casa del barrio porteño de Coghlan. Estaban enterrados a 60 centímetros de profundidad, junto a objetos personales como un reloj, una etiqueta de ropa, una llave y un dije con inscripciones orientales.
La vivienda se encuentra justo al lado del chalet donde vivió Gustavo Cerati entre 2002 y 2003. Aunque no hay vínculo entre el músico y el crimen, la cercanía reavivó la atención mediática sobre el caso.
El testimonio clave y el perfil del sospechoso
La investigación dio un giro cuando un testigo desde el exterior, excompañero de escuela de Diego y del sospechoso, aportó un dato clave. Señaló a Cristian Graf, hoy de 56 años, como uno de los últimos en ver a Diego con vida. Ambos asistían a la Escuela Nacional de Educación Técnica N.º 36 y, por entonces, eran amigos.
Graf vivía en la misma manzana donde fueron hallados los restos. La Justicia investiga también a su madre y su hermano, quienes habitaron esa vivienda en los años posteriores a la desaparición del joven.
El llanto del hermano y el pedido de justicia
En una entrevista conmovedora con Mujeres Argentinas, Javier Fernández, hermano de Diego, se quebró al recordar la larga búsqueda familiar y la reciente confirmación de la identidad por ADN.
“Busqué lo que pude, pero en el ‘84 no había redes sociales ni nada. Nos acompañaron algunos canales de televisión. Mi viejo sentiría un poco de paz con sus restos, todos tenemos un poco más de paz ahora”, expresó conmovido.
Sin embargo, la familia aún no encuentra consuelo. “Queremos justicia. No sé quién fue ni por qué. Diego tenía solo 15 años. Para terminar con todo esto necesitamos justicia”, imploró entre lágrimas.
Javier también recordó que su padre murió en un accidente mientras buscaba desesperadamente a Diego. “Mi hermana vive en Posadas, vino y se fue el martes. Estamos todos mal. Gracias a mi cuñado y mi sobrino que se contactaron con la fiscalía empezó toda esta locura”, agregó, pidiendo disculpas a los televidentes por su llanto al aire.
¿Crimen prescripto?
Aunque la pista contra el sospechoso podría sostener una imputación por “homicidio”, el paso del tiempo juega en contra: al haber transcurrido más de 40 años, la causa podría quedar prescripta. No obstante, los familiares y abogados de la víctima insistirán en que se investigue a fondo y que se considere la posibilidad de encuadrar el caso como un crimen de lesa humanidad o con agravantes que impidan la prescripción.